11 noviembre 2009

EL PADRINO (THE GODFATHER)

Como estoy un poco liado estos días, hago un corta-pega de mi blog anterior.


"Detrás de cada gran fortuna hay un crimen". Con esta frase de Honoré de Balzac empezaba la novela que Mario Puzo escribió en 1969, y que tres años después llevaría a la gran pantalla Francis Ford Coppola, en estrecha colaboración con el propio Puzo. Se iniciaba así la mejor trilogía de la historia del cine, y una nueva forma de analizar ciertos aspectos socio-políticos de los últimos cien años: las grandes oleadas migratorias de finales del siglo XIX hacia los Estados Unidos; el trato humillante que recibían estos inmigrantes, y la constitución de ghettos tales como "little italy" en Nueva York; los métodos de autodefensa ante tales circunstancias que tenían que utilizar para subsistir; la aparición de las primeras bandas mafiosas, y la colaboración que les proporcionaba la policia; de cómo acabaron la policía y los políticos de Nueva York trabajando para los mafiosos; la forma que tuvieron de ensanchar su imperio hasta dominar todos los Estados Unidos; cómo intentaron construir un paraíso particular en Cuba, con la colaboración del dictador Batista, hasta que tuvieron que huír en 1959 tras el triunfo de la revolución cubana; los trucos que emplearon para subir al estrellato a Frank Sinatra (en la película, Johnny Fontane); cómo construyeron la capital mundial del juego, Las Vegas; el control que ejercieron en las arcas del Vaticano con la aprobación del mismísimo Pablo VI, y el posterior asesinato de Juan Pablo I (murió a los 33 días de reinado de un "ataque al corazón"), tras negarse éste a seguir colaborando... de todo esto y mucho más habla "El Padrino", aunque antes de empezar a hablar de las películas en sí, os voy a pasar un vídeo que he localizado en youtube (para ir abriendo boca) en el que en nueve minutos, podeis deleitaros con una especie de resumen de algunos momentos importantes de la trilogía. Despues del supérfluo análisis sociológico que he hecho, os dejo con algo de acción, que seguro que os apetece


El Padrino I (1972): "Creo en América. América hizo mi fortuna y he dado a mi hija una educación americana". Mientras Amerigo Bonasera pide venganza a Don Corleone por la violación que ha sufrido su hija, el plano se va abriendo poco a poco hasta que al fin vemos de espaldas al gran Marlon Brando interpretando uno de los dos o tres papeles de su vida. La Paramount no quería ver a Brando ni en pintura (el actor había enviado a tomar por culo a la industria hollywoodiense en declaraciones anteriores), y exigieron a Ford Coppola firmar un contrato en el que él personalmente se hacía responsable de cualquier desvarío del actor. Pero no pasó nada... bueno, sí, que el mejor actor de la historía interpretó al mejor personaje de la historia.
Una de las escenas míticas de la película es la de la cabeza del caballo. Hay dos buenas anécdotas al respecto. La primera, es que la cabeza que sale en la película es de un caballo de verdad que hicieron traer de un matadero, envuelta en hielo. La segunda es la mala interpretación que de la novela hizo F.F.Coppola, ya que en el libro, la cabeza aparece en la cómoda de la habitación y no debajo de las sábanas del productor Woltz. Bendito error!.
Uno de los personajes entrañables es el más fiel de los colaboradores del Don, el gran Lucca Brassi. Acabó durmiendo con los peces, pero antes nos dejó la escena en la que agradece al Don que le invitara a la boda de su hija. El actor que lo interpretaba estaba impresionado por tener delante a Brando, y no había manera de que recordara su texto. Ford Coppola lo arregló haciendo creer al espectador que Brassi estaba muy nervioso y fuera de lugar porque no esperaba ser invitado a la boda, cuando en realidad, el actor que lo interpretaba era un ex-luchador profesional de lucha libre que no había actuado en su vida. Genial!.
Qué decir del viaje de Michael Corleone (Al Pacino) a Sicilia tras matar al Turco y su guadaespaldas-policia, intentando buscar respuestas a tantas cosas y encontrando y perdiendo a la hermosísima Apollonia. Y del asesinato de Sonny (James Caan) en un clarísimo homenaje a "Bonnie & Clyde".
Otro que merece un punto y aparte es Robert Duvall en su papel del consejero Tom Hagen, sobre todo en la escena en la que le comunica al Don la muerte de su hijo Sonny. Joder! estoy explicando la película entera escena a escena. Voy a parar ya, porque si no no acabo nunca.

TO BE CONTINUED

2 comentarios:

toro dijo...

Mátame Luis, no he visto aún ninguna entera, pero si que puedo decir que la primera parte tiene una de las mejores presentaciones de toda la historia del cine, me refiero a la introducción de todos los personajes, utilizando la boda, para presentar a cada uno de ellos, dejando así un perfil bastante claro de todos los protagonistas.
La escena del caballo, es de lo mas impactante que se ha visto.

Este año caeran las tres (jeje).
Un saludo!!!

- dijo...

Siempre hay tiempo de verlas, hombre!!! La trilogía de "El padrino" es sublime. Vale la pena ver las tres, aunque la tercera.... bueno, ya hablaré de ella en próximos posts.
No quiero olvidarme tampoco de la novela de Mario Puzo, toda una demostración de talento narrativo.